domingo, 13 de junio de 2010

XV. En mitad de la nada

Vomité por segunda vez en menos de diez minutos, creo que es un record digno de mención. Me limpié la boca con el reverso de la mano y miré a Iñaki. No estaba mejor que yo.
-¿Tienes un chicle?- pregunté.
Iñaki negó con la cabeza.
Busqué a algún conocido dentro del bote. Reconocí a Volkóv y Andrés, el tipo cachas a lo Vin Diesel. Estaban demasiado lejos como para llegar allí sin vomitar antes encima de algún compañero así que decidí quedarme donde estaba.
-Mi mujer está en el primer bote que zarpó- dijo un hombre detrás de mí, era Manuel. Su voz sonó muy melancólica.
-No pasará nada, vamos todos en la misma dirección- comentó Iñaki, intentando animar el hombre.
-¿Vosotros habéis venido solos?
Yo me limité a asentir con la cabeza.
-A mi me dejó mi esposa, perdón, mi ex futura esposa, aun me cuesta decirlo-el hombre sacó una foto de la billetera. Era cuestión de segundos que arrancara a llorar-.Esta iba a ser nuestra luna de miel.
-Lo siento, chico.
-Más se perdió en la guerra…-Iñaki guardó la foto con la mano temblorosa. Me gustaría ser como él. Tan optimista.
-Yo fui un gilipollas-dije. Creo que hablar me ayudaba a no pensar en el jodido vaivén tan bruto del bote. El oleaje era perfecto para hacer surf, si tenías ganas de suicidarte, claro.
-No será para tanto.
-Mejor dicho, un cobarde. Hacía medio año que vivíamos juntos. Ocho años de relación deseando tener nuestra intimidad. Cuando lo conseguimos, ella quería tener hijos-. Miré para otro lado en busca de fuerzas. Humedecí los labios y continué-: Sólo tenía veinticinco años, quería hacer muchas cosas antes que tener tantas responsabilidades. Me asusté y tiré por la borda media vida. No he tenido narices de volver a hablar con ella desde entonces.
-De acuerdo, eres un gilipollas- dijo Iñaki entre risas-. No puedes hacer eso, hay muchas formas de solucionarlo.
-Lo sé, pero me vi arrinconado…
-A nosotros no nos tienes que dar ninguna explicación- interrumpió Manuel.
-Es una de esas cosas que borraría para volver hacer, pero tomando el camino correcto.
-¿Cómo con este viaje?- preguntó Iñaki.
-Sí.
-Por cierto, ¿dónde estamos?
-En mitad de la nada- respondió Manuel antes de levantarse y cruzar el bote hasta la parte delantera.